La importancia de adoptar buenos hábitos saludables
Cuando hablamos de hábitos saludables nos referimos generalmente a todos aquellos comportamientos y conductas que las personas asumimos como propias en nuestra vida diaria y que influyen de forma positiva en nuestra salud y bienestar físico, mental y social. Dichos hábitos son principalmente la alimentación, el descanso y la práctica de ejercicio físico.
En esta entrada reflexionaremos, sobre todo, en la importancia de llevar una alimentación saludable y de darle a nuestro cuerpo el descanso que necesita.
La alimentación
La alimentación es un aspecto que influye y condiciona en gran medida muchas áreas del funcionamiento cotidiano, como son el descanso, la energía de la que se dispone, el rendimiento intelectual, además de ser decisivo para la salud.
El primer paso para comer de manera saludable es conocer cuáles son los alimentos básicos que debería incluir una dieta diaria y equilibrada. A continuación ofrecemos de manera sintética información básica sobre alimentos que no deberían faltar en la dieta de una persona sana.
- Tomar 3 vasos de leche al día, o su equivalente en lácteos (Ej., queso, yogur, requesón, cuajada, batidos, zumos lacteados, etc.). Además de proteínas óptimas, son la mejor fuente de calcio, ambos imprescindibles para el crecimiento.
- Tomar 2 piezas de fruta al día: un cítrico (Ej., naranja, mandarina o similar, por su alto contenido en vitamina C), y otra de otro tipo (Ej., pera, manzana, plátano, sandía, melón, uva, etc.). Si se come lavada y sin pelar (salvo el plátano, el coco y alguna más) aumentará la cantidad de fibra y el intestino lo agradecerá.
- Beber 2 litros de agua al día. Al levantarse es fundamental para activar el organismo. Antes y después del deporte. En las comidas y entre las comidas. Cualquier momento del día es bueno para beber agua. A continuacion os mostramos este vídeo que os dará algunas pistas sobre cuándo beber agua al día:
- Comer pocas grasas y fritos, sobre todo si son animales (Ej., tocino, bacon, panceta, etc.) o de coco y palmito (abundantes en la bollería comercial).
- Comer vegetales mejor que animales porque aumentan el aporte de carbohidratos. La mejor fuente de energía para el cerebro y los músculos son los cereales y sus harinas en forma de pan y pasta.
- Comer pescado al menos tantas veces como carne. Las proteínas del pescado son tan válidas como las de la carne, pero tiene menos grasa y son de mejor calidad, además son fuente de fósforo.
- Mantener el peso óptimo. Los cereales, legumbres, verduras y ensaladas (además de las frutas ya comentadas) son ricas en vitaminas, minerales y fibra.
- No saltarse el desayuno, es la comida más importante del día y debe ser equilibrado y completo: incluir lácteos, cereales y frutas.
- No beber alcohol, ni fumar en exceso. El alcohol afecta al aprovechamiento de algunos nutrientes; además perjudica el apetito, lo que suele ocurrir también con el tabaco y las drogas, como la marihuana.
- Hacer deporte, porque de este modo, el cuerpo le pedirá una dieta saludable: agua, lácteos, fruta, pasta, cereales...
- No abusar de la 'comida basura'. Aunque sabe muy bien y aporta proteínas, si la mayoría de las comidas son de este tipo, se producen carencias en micronutrientes y el exceso de calorías y grasas conduce a obesidad.
El sueño
Dormir bien es muy importante para mantener el cuerpo y la mente en buen estado durante todo el día. Y para dormir bien, es necesario, en primer lugar, seguir un horario regular, es decir, acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, y así permitir al organismo adquirir un buen ritmo de sueño-vigilia. También es recomendable crear “rituales” antes de irse a dormir, que activen el sueño, por ejemplo, realizar todas las noches en el mismo orden la siguiente rutina: ponerse el pijama, lavarse los dientes, apagar la luz, etc.
Por otro lado, es fundamental controlar algunas variables fisiológicas antes de irse a la cama, por ejemplo, no ir a la cama con hambre, sed o ganas de orinar. Tampoco se debe comer o beber en exceso, hay que evitar una comida pesada o picante antes de ir a la cama, así como la ingesta de sustancias estimulantes ya sea el cafe, té, en horas cercanas al sueño. Asimismo es importante conseguir un ambiente adecuado que estimule el sueño, por ejemplo, que la habitación posea una temperatura cálida, sin ruidos ni luz fuerte, la cama y la almohada han de ser adecuadas, etc. También hacer ejercicio físico y llevar una dieta equilibrada estimula el sueño, así como realizar actividades relajantes, tales como tomar un baño caliente antes de irse a dormir, leer o escuchar música, aplicar técnicas de relajación, tomar un vaso de leche, etc.
Todas estas recomendaciones son importantes para mantener una vida sana y activa, evitar el estrés, así como estados de ansiedad y lograr, en definitiva, una mejor calidad de vida. Adoptar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia en nuestras vidas que tiene como premio nada menos que vivir más y mejor.